martes, 17 de junio de 2008

Para compartir: metáfora de la esencia del “Ser” docente...


Philpe Meirieu sostiene que “nunca abandonamos nada o, más bien, nada nos abandona”. Para bien o para mal somos obstinados en pretender alcanzar los propósitos que acordamos para la enseñanza.

En nuestra profesión de educar están nuestras historias como maestros y también como discípulos. Somos ingenuos incurables que pretendemos que, pese a toda circunstancia, nuestros alumnos aprendan. El candor con que la sostenemos no es de mala fe, ni de engaño y se asienta en la ambición de lograr una práctica de buen fin. En esa obstinación, a veces, nos sentimos fascinados por las herramientas que parecen allanarnos el camino o las despreciamos porque nos ignoran y parecen enseñar por sí solas.

Es así como las usamos porque fracasamos, las usamos porque generan maravillosas comprensiones, las usamos porque disciplinan, las usamos porque nos conmueven al reunirnos con los otros, las usamos porque recordamos todos los casos, significa aceptar los retos de la sociedad traspasando nuestros usos personales. Es, en ese pequeñísimo instante en el que empezamos a usarlas como constructoras de la humanidad.


Mirta Requelme

La Educación Superior ante la oportunidad del trabajo en red


A la vista esta que las TICs en el Nivel Superior se nos presenta como una oportunidad inédita, ya que sus potencialidades nos ponen ante situaciones movilizadotas y potencialmente ricas, que no podemos rehuir.

La contraposición punto a punto nos habla de entornos reales o naturales basados en la vecindad o proximidad, y que demandan la coincidencia espacial y temporal. El entorno natural es fundamentalmente presencial.

En cambio el espacio virtual, no es presencial, sino representacional, no es proximal, sino distal, no es sincrónico, sino asincrónico, y no se basa en recintos espaciales sino que depende de redes electrónicas cuyos nodos de interacción pueden estar en distintos territorios.

Hasta ahora, la Educación de Nivel Superior en Argentina estuvo signada por una fuerte impronta de presencialidad, y prácticamente no se concibe otro modelo de educación que no sea el de asistir a una institución, en la cual docentes y alumnos comparten experiencias y espacios en común, sosteniendo un vínculo a través del tiempo.

Actualmente, los espacios sociales se han ampliado por la incorporación de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación, por consiguiente, las formas y modelos de educación tienen que ampliarse en consonancia.

La incorporación de este entorno digital emergente nos interpela para perfilar nuevas acciones educativas, que deberán ir sumándose a las ya existentes. Afirmamos que ya no basta con enseñar a leer, escribir y operar en niveles básicos para considerarse alfabetizado. De modo similar, no basta con recibir una formación tradicional que enseñe a los futuros docentes los contenidos que hacen a su práctica: esta formación habrá de diversificarse.Nos encontramos frente a una gran oportunidad, aprovechémosla!!

La sociedad de la información, nuevos estilos de comunicación



Generalmente al hablar de la incorporación de las TICs al Nivel Superior se piensa en forma inmediata en el uso de internet. Está claro que la presencia de este nuevo espacio (que paradójicamente no ocupa ningún espacio) para el intercambio y la fluidez de datos e informaciones ejerce una influencia insoslayable, ya sea en forma directa o diferida.

Hay quienes hablan de la sociedad en Red como un nuevo escenario social, que supone por ende nuevos escenarios educativos en los cuales se añaden a las relaciones naturales las generadas a través de estos nuevos entramados, a los que podemos calificar como redes educativas virtuales.

Nos encontramos frente a un nuevo estilo de las comunicaciones, en el cual las estructuras jerárquicas dejan de ser tan útiles y efectivas y se empiezan a imponer, por su propio peso, estructuras reticulares y más horizontales.